Graellsia isabelae, la reina del Guadarrama

Graellsia isabelae

La Graellsia isabelae es considerada por muchos la mariposa más espectacular del continente europeo.

Es la criatura más bella y emblemática de la sierra. Y la más esquiva. Pocos pueden decir que la han visto viva y coleando por el monte. Su nombre recuerda al hombre que la descubrió en 1849 y a la que era reina de España en aquel entonces. Su reino son los bosques de pino albar, bosques como los Pinares Llanos de Peguerinos (Ávila), donde por primera vez se dejó ver.

A mediados del siglo XIX, cuando los únicos que andaban confiadamente por las soledades de la sierra de Guadarrama eran tipos con trabuco y barba carcelaria, había un señor con cazamariposas y luengas patillas plateadas llamado Mariano de la Paz Graells, catedrático de zoología en el museo de Ciencias Naturales, que invitaba a tomar café en lo más alto de la montaña a sus colegas de la Société Entomologique de France y, entre tacita y tacita, los deslumbraba presentándoles algún inédito bichejo descubierto allí mismo en fecha reciente por él: “Voilà, monsieurs, la bête en question”. Si Pablo Santos llega a asomar en ese instante, se borra de bandolero y se mete fraile.

Fue durante una de esas finas jiras entomológicas, en la primavera de 1849, cuando don Mariano hizo el hallazgo de su vida. El verano anterior, había encontrado en los Pinares Llanos de Peguerinos (Ávila) una oruga inclasificable, que lo inquietaba asaz; ahora era Curicus, su perrito de lanas, el que capturaba aquí de un limpio bocado, para aumento de la ciencia y gloria de su amo, una nueva especie de mariposa de la familia de los satúrnidos, de unos ocho centímetros de longitud, con sus cuatro alas de color pistacho, oceladas, venas alares de grueso trazo castaño y largas colas curvas rematando las traseras. Muy pajarera, como se ve, para ser nocturna.

Hoy, 165 años después, la Graellsia isabelae –Graellsia, por su descubridor, e isabelae, por habérsela dedicado éste a Isabel II– sigue siendo la criatura más bella y esquiva de la sierra. Una Cenicienta que se esfuma tras su baile nocturnal sin dejar más rastro que alguna ala rota, cuya propietaria resulta poco menos que imposible de encontrar. En nuestra ya larga carrera excursionista, nos hemos topado con dos graellsias solamente, ambas moribundas. La de la foto de arriba y otra más.

Desde luego, si hay algún lugar apropiado para salir a buscarla, ése es Pinares Llanos. Si no la encontramos, que es lo más probable, al menos descubriremos el mural de bronce que a ella hay dedicado en el centro de esta altiplanicie pinariega donde Ávila se toca con Madrid y Segovia. Para reconocer el reino de la Graellsia, sugerimos hacer, desde el mismo Peguerinos, un camino de 13 kilómetros y unas cuatro horas de duración; un sencillo itinerario circular.

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5 respuestas a Graellsia isabelae, la reina del Guadarrama

  1. Pedro dijo:

    Tengo entendido que ese que vemos en la imagen es el macho, que tras copular dura pocas horas y nos lo podemos encontrar moribundo porque su ciclo vital acaba. Nosotros hemos visto varias por aquí, una al lado de nuestra casa a la que rápido hicimos unas cuantas fotos porque sabíamos de su importancia y exclusividad. Luego la dejamos que muriese tranquilamente en donde había elegido, bajo unos pinos.

  2. vicky dijo:

    No sé si arte o naturaleza, lo que veo es vida en cualquier rincón y dispuesta a quienes quieren encontrarla. Increíble ejemplar el que nos acercas para alegrarnos la vista. Cuando crees que no hay fotografía que pueda resaltar entre tantas, nos sorprendes con esta belleza y eso sí es arte. !Gracias!

  3. Inma Gutiérrez dijo:

    Pues a mí me gusta pensar que es la Naturaleza la que imita al Arte… Lo que no me extraña es que esté exhausta teniendo que aletear esos vídrios emplomados… (o como convertir en transitivo un verbo que no lo es).

  4. Carmen Morales dijo:

    El arte se inspira en la naturaleza infinidad de veces. Esta mariposa es un precioso modelo, sin duda, y la fotografía de Andrés un ejemplo artístico del más alto nivel. ¡Excelente!

  5. Inma Gutiérrez dijo:

    ¡Qué belleza, Andrés! Es como una vidriera art-déco, como un dibujo de Mucha o como alguna de las más doradas telas del muy prostituido Klimt. Gracias.

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