Cabo Mayor (Santander): un faro de museo

Faro de Cabo Mayor (Santander)

El faro de Cabo Mayor, en Santander, alberga un museo con cientos de pinturas de faros de toda España.

¿Qué mejor lugar que un faro para alojar un museo de pinturas de faros? Está en Santander, ciudad que también puede presumir del arte que se exhibe en sus muelles, dentro y fuera del palacete del Embarcadero. La bahía pone el marco a tanta belleza pintada y esculpida.

Al norte de Santander, vigilando la entrada de la bahía, se alza este faro cilíndrico de desnuda sillería, con foco situado a 30 metros de altura sobre la tierra y a 91 sobre el mar, que se encendió por primera vez el 15 de agosto de 1839. Una señora torre que, además de emitir dos destellos de luz blanca cada diez segundos y dos pitidos largos cada 40 en caso de niebla, brinda un panorama acongojador de la costa acantilada y alberga un museo en el que se exponen más de 200 cuadros y cerca de mil dibujos, acuarelas y grafitos dedicados por el santanderino Eduardo Sanz a los principales faros de España. También pueden verse faros pintados por artistas como Úrculo, Pérez Villalta, Eduardo Arroyo o Andrés Rábago El Roto, que el propio Sanz colecciona, y exposiciones temporales. Después de visitar el museo, hay que darse un paseo por la senda litoral que lleva hasta las playas del Sardinero, con el Cantábrico rugidor a mano izquierda.

Centro de Arte aro de Cabo Mayor.

Acuarelas de Eduardo Sanz, cuadro de Andrés Rábago 'El Roto' y faro pintado por Úrculo, en Cabo Mayor.

Otro lugar con mucho arte en Santander es el palacete del Embarcadero, que se alza en el muelle de Calderón, junto a los jardines de Pereda. Se trata de un coqueto edificio con pórtico hacia el mar y torrecillas angulares diseñado en 1932 por Aníbal González de Riancho, que en su día fue oficina de la Junta del Puerto y hoy es uno de los más románticos miraderos de la bahía y (además de bonito, útil) sede de numerosas exposiciones de pintura y fotografía. Continuando por el muelle hacia Puerto Chico, se llega enseguida ante el grupo escultórico de los Raqueros. Eran éstos unos golfillos que merodeaban por las machinas (muelles) a ver qué caía y que se tiraban al agua y buceaban como pingüinos –o sea, bien y desnudos– en busca de las monedas que les arrojaban los pasajeros de los buques. Pereda los retrató en Sotileza (1885) y José Cobo Calderón los ha devuelto a la vida en esta escultura instalada en 2007, que más que bronce, parece fotografía. Uno de ellos, de hecho, acaba de despegar los talones del muelle y vuela ya sobre la bahía.

Cómo llegar. El faro de Cabo Mayor está al norte de Santander, a un kilómetro y medio de la última playa del Sardinero, pasado el parque de Mataleñas. Se puede llegar en coche, a pie (por la senda litoral que bordea el parque), en autobús (línea 15, sólo en verano) y también en bicicleta, gracias al servicio de préstamo que hay en la ciudad (www.tusbic.es; 902 053 023). Comer y dormir. Chiqui (Santander; 942 282 700): hotel situado cerca de Cabo Mayor, con vistas al mar y excelente restaurante. Vincci Puertochico (Santander; 942 225 200): hotel-boutique sobre el puerto deportivo; hay que pedir vistas al mar. Cañadío (Santander; 942 314 149): restaurante innovador en la zona más movida, al que todo el mundo quiere ir; tirando a caro. Más información. Centro de Arte Faro de Cabo Mayor: 942 391 494. Turismo de Santander: 942 203 000 y 942 203 001.

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