En la era de un pueblecito zamorano está varada la iglesia visigótica de San Pedro de la Nave, valiosísima desde el punto de vista escultórico; un templo del siglo VII que, haciendo bueno su nombre marinero, capeó más de mil años de tempestades y, cuando estaba a punto de naufragar en las aguas del embalse de Ricobayo, se fue con sus naves a otra parte.
Un templo visigótico ya es algo raro (apenas quedan una docena en toda la Península), pero un templo visigótico, ambulante y en activo, con misa los sábados a las cinco, es más extraño que un cuervo blanco, que diría Juvenal. Es San Pedro de la Nave. En 1923, Unamuno hacía conjeturas sobre su apellido naval, imaginando que podía provenir de una supuesta “nave o barca en que atravesaban el río los romeros que iban a la Roma celtibérica, a Santiago de Compostela, a la tumba de Prisciliano el celtíbero” (Campos Santos). Diez años después, la construcción del embalse de Ricobayo, en el Esla, próximo a su desembocadura en el Duero, obligaba a trasladar este templo ribereño, piedra a piedra, hasta una era del cercano pueblo de El Campillo, donde hoy sigue admirando a feligreses propios y visitantes extraños. Además de su ajetreada historia contemporánea, llama la atención su diseño, mezcla de planta basilical y cruciforme, y su variado juego de volúmenes y espacios, entre los que destacan los falsos ábsides laterales (quizá celdas monacales), los cuales se comunican con la nave central por medio de una puerta y de una ventana de tres huecos separados por columnillas, lo que no se volverá a ver hasta casi 200 años después en algunas iglesias asturianas. Lo que hace única a esta iglesia, empero, es su rica y bien conservada decoración escultórica, de influencia bizantina. Los capiteles del crucero, con las escenas del sacrificio de Isaac y de Daniel en el foso de los leones, no tienen igual en el arte visigodo.
Cómo llegar. San Pedro de Nave está en El Campillo, a 23 kilómetros de Zamora yendo por la carretera de Bragança (N-122). Horario: de martes a domingo, de 10.00 a 13.00 y de 17.00 a 20.00; no obstante, dado lo apartado del lugar, se recomienda confirmar antes de ir, llamando a los teléfonos que aparecen al final. Comer y dormir. Parador de Zamora (980 514 497): céntrico a más no poder, en la plaza de Viriato de la capital, se encuentra este hotel rebosante de historia, antiguo palacio de los Condes de Alba y Aliste, del siglo XV, con camas con dosel, escudos, armaduras (hay incluso una para caballos) y espectacular patio renacentista acristalado. En el restaurante se bordan las especialidades de la tierra: arroz a la zamorana, habones, bacalao a la tranca, ternera de Aliste, rebojo, cañas… Y los precios, para la calidad que se ofrece, son de ocasión. Más información. Turismo de Zamora: 980 534 047 y 980 536 495.
Muchas gracias, Francesc-Xavier. Como bien sabes, el capitel está a una buena altura, a unos cuatro metros del suelo, así que tuve que montar la cámara en el trípode y levantarlo sujetándolo por el extremo de las patas. Así hice varios disparos a ciegas, corrigiendo poco a poco el encuadre y el enfoque, hasta conseguir lo que ves. Es algo que suelo hacer con cierta frecuencia y la verdad es que, cuando se le coge el truco, se hacen imágenes curiosas, como las que haría un gigante de cuatro metros de altura o alguien subido en una escalera. Lógicamente, los disparos se han de efectuar con el retardador (o como se llame), porque si no, no da tiempo a levantar el trípode.
Magnífica imagen, una de las mejores que he visto del capitel de Daniel. Felicidades